La red 2.0, uso puntual es la tendencia

15 Jul 2010 | 9:38 am | Autor: Roc Fages

Filed under: e-Government

¿Cuantas veces se ha intentado vender un proyecto 2.0 a alguien que busca comunicarse con colectivos que no son 2.0? ¿Quiere decir ello que las empresas no pueden tener un perfil en Facebook o en Twitter? Depende y, como decía la canción, ¿de qué depende? Pues del público objetivo al que se quiere llegar.

Como he dicho otras veces, hay un ‘gap’ importante entre los que son usuarios digitales avanzados pero no están en el entorno laboral (13-20 años) y los que están en el mercado laboral y no son usuarios digitales avanzados. Si el público objetivo de la empresa para su estrategia digital son los primeros, pues tiene mucho ganado. Si es el segundo, aquí es donde se debe concretar mucho, muchísimo, las necesidades potenciales de ese público objetivo.

Ejemplifiquemos lo que puede ocurrir si una empresa quiere una estrategia digital para ir a un público no 2.0 de entre 25-55 años. El caso concreto es que un usuario puede tener Facebook, Linkedin y hasta Twitter pero no ser 2.0. ¿A quien no le ha ocurrido aquello de empezar a tener más ocupado su tiempo profesional y olvidarse del FB, el Twitter y el Linkedin? A muchos. A muchísimos más de los que nos pensamos. Son los usuarios pasivos de las redes sociales.

Entonces, ante esa realidad, ¿tiene sentido hacer una estrategia 2.0? Pues sí, porque al usuario pasivo de las redes sociales también se le debe tener en cuenta. Muy en cuenta. Esos usuarios pasivos actuarán en el momento en el que les llegue alguna información que sea de su interés. Puede ser cada dos, tres, diez meses, pero actuarán. Y, durante ese tiempo inactivo, iran viendo la información sin hacerse visibles ellos.

Por lo tanto, las estrategias digitales 2.0 deben tener muy claro qué quieren comunicar, de acuerdo con lo que quieren recibir los potenciales usuarios. Previamente, por lo tanto, es básico un análisis del público objetivo, algo que no es nada nuevo para las estrategias de comunicación. A partir de aquí, comunicación concreta, de temas puntuales para que los receptores la utilicen para sus necesidades puntuales.  Paralelamente, comunicaciones genéricas para mantener el ‘ruido mediático’. Yo, personalmente, puedo ir leyendo por encima los tuits de una revista de Jazz, pero seré interactivo si hablan de un concierto o un nuevo disco de Keith Jarrett. Ha aquí la segunda parte de la estrategia: ‘escuchar’ en la red los que hablan de nosotros para interactuar con ellos y hacer más próxima la comunicación. Algo que tampoco es nada nuevo, pero que muchas veces es olvidado por los que han entrado al ‘sector’ 2.0.

¿Ha cambiado, pues, la estrategia digital 2.0? Quien han cambiado son los usuarios, que empiezan a ser mucho más selectivos en el tema de la red 2.0. Por ello, ya no vale el ‘voy a poner un perfil de Facebook, Twitter y un blog, y lo rellenaré de contenidos para estar en este ajo digital’. Ahora el mensaje debe ser ‘voy a analizar qué mensajes concretos pueden interesar a mi público objetivo, abriré los perfiles 2.0, mandaré esos mensajes y, a su vez, escucharé si hablan de mí para entrar en sus conversaciones’. No es tan fácil como parece, pero con sentido común se puede allanar el camino.