ISP, los tres ejes del poder de las redes sociales

6 Apr 2009 | 3:20 pm | Autor: Roc Fages

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1996. Foro Económico de Davos. Un invitado muy esperado, el cibergurú del momento John Perry Barlow se dirige al auditorio para declarar su Declaracion de la Independencia del Ciberespacio, o lo que acaba siendo un bofetón espectacular a los centros de poder:

"Governments of the Industrial World, you weary giants of lesh and steel, I come from Cyberspace, the new home of Mind. On behalf of the future, I ask you of the past to leave us alone. […] You are note welcome among us. You have no sovereignity where we gather…Our world is different. Cyberspace consists of transactions, relationships and thought itself, arrayed like a standing wave in the web of our communications. Ours is a world that is both everywhere and nowhere, but it is not where bodies live. We are creating a world that all may enter without privilege or prejudice accorded by race, economic power, military force or station of his or her beliefs, no matter how singular, without fear of being coerced into silence or conformity. Your legal conceepts of property, expression, identity, movement and context do not apply to us. They are all based on matter, and there is no matter here" (Fraser, M. & Dutta, S., 2008: Throwing Sheep in the Boardroom)

Bueno, han pasado trece años desde 1996 y parece que ahora el ciberespacio necesita a los centros de poder, pero sigue teniendo la capacidad para que los últimos se adapten a sus reglas de funcionamiento. Y los centros de poder empiezan a tenerlo en cuenta, porque saben que las redes sociales en el ciberespacio tienen un poder propio muy difícil de desmontar. Ése se basa en tres ejes que los autores del libro al que se refiere el anterior párrafo han definido como ISP, que son las iniciales de Identity, Status y Power.

Identidad:
Para integrarse en cualquier red social, digital o no, actual o creada en la Edad Media, es importante presentar una Identidad. Esa red precisa de identidades únicas y con valor propio para enriquecerla pero, a su vez, la propia red es capaz de generar unas credenciales necesarias antes de que uno sea aceptado para interactuar dentro de ella. Por lo tanto, uno puede necesitar distintas identidades ara integrarse en distintas redes, pero ninguna de esas identidades puede ser ajena a la personalidad propia del que las tiene. La red no es un Carnaval, y al final acaba descubriendo quien hay detrás del disfraz. Por lo tanto, distintas identidades sí, pero siempre con transparencia y dejando clara la tarjeta de presentación.

Status:
Dentro de cada red hay unas identidades con más estatus que otras. El ideal es que los estatus en cada red vayan cambiando según la valoración   del valor que aporta cada miembro por parte del resto de los miembros. Por lo tanto, dependiendo de la democratización de cada red, la generación del estatus puede ser más o menos abierta. Si las reglas de una red impide que nuevos miembros o miembros existentes puedan aumentar su estatus, los mismos usuarios de ella terminarán por abandonarla. Los que no lo hagan será por culpa de su baja autoestima o por una personalidad débil que necesita siempre estar subordinada a personalidades más fuertes, las cuales salen beneficiadas para mantener su estatus.

Poder:
El poder de una red es inimaginable, y más aún si está formada por identidades transparentes y estatus de valor que pueden ser substituidos por otros gracias a reglas democráticas. El poder de una red puede reformular los procesos productivos de una empresa ya de por sí innovadora (véase el efecto de IkeaFans sobre Ikea); puede generar la creación de un contrapoder legítimo a un Ayuntamiento para que éste termine por aceptar e integrar las propuestas del primero en sus propias políticas socioculturales (véase el efecto de Venezia40 sobre el Ayuntamiento de esa ciudad); el poder de una red puede hasta ser capaz de mejorar el servicio de asistencia primaria de la sanidad pública de un país entero (vease el efecto de PatientsOpinion en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido); el poder de una red puede mejorar el servicio de los trabajadores públicos a la ciudadanía gracias al trabajo colaborativo (véase el caso del grupo de Mediadores Familiares de la Generalitat de Catalunya dentro de la plataforma de red eCatalunya).

Por lo tanto, usuarios, empresas, administraciones, organizaciones en general, si sóis -somos- capaces de gestionar bien nuetra identidad y nuestro estatus dentro de una red, el equilibrio de poderes permitirá aumentar la inteligencia colaborativa y colectiva en beneficio de todos.

2008. Estudio de la consultora Deloitte sobre la Web 2.0 en la administración. El titular habla por sí mismo:

"Change your world or the world will change you. The future of collaborative government and Web 2.0" (Deloitte, 2008)